¿No sabes cómo se han rayado los cristales de tus gafas? ¿recién ajustadas y vuelven a resbalar? ¿parece que la montura ha perdido brillo?
Si quieres mantener tus gafas de sol o graduadas en perfecto estado te revelamos 5 trucos infalibles para alargar la vida de tu montura.
1. Limpieza de las gafas
Existen varias fórmulas para mantener tus gafas limpias y brillantes.
- agua y jabón
- toallitas húmedas
- spray
La más efectiva de todas es lavarlas con agua y jabón. Pon unas gotitas de jabón neutro sobre las lentes y frota delicadamente con las yemas de los dedos. Esparce el jabón restante por puente y varillas. Aclararlas y sécalas bien con una gamuza o microfibra que no deje pelusa.
Como no siempre tenemos a disposición esta opción, existen otras fórmulas más rápidas que te sacarán de un apuro. No obstante, por la noche, al llegar a casa, y sobre todo para lavar las gafas de los niños, agua y jabón es nuestra opción recomendada.
Utiliza los productos de limpieza adecuados
Durante el día, en caso de necesidad puedes recurrir a los aerosoles limpia gafas. Hoy en día con el uso de mascarilla existen también opciones de spray anti-vaho que limpian y disminuyen la posibilidad de que las gafas se empañen. Basta con aplicar una vez spray por lente y para retirar el producto siempre hay que usar un tejido que no deje pelusa y evitar el papel pues se quedarán los trocitos pegados.
Y por último como tercera opción, en las ópticas también puedes encontrar toallitas húmedas monodosis que básicamente realizan la misma función que la gamuza y el espray juntos. La gran diferencia es que es de un solo uso y van empaquetadas individualmente. Son la opción más rápida pero también la más cara y menos respetuosa con el medio ambiente.
2. Manten tus gafas siempre guardadas
Muchas veces nuestras gafas sufren roturas causadas por no guardarlas como debiéramos. Las dejamos encima de una silla, o nos las ponemos en la cabeza o colgadas de la solapa y sin querer cuando no nos damos cuenta no nos sentamos sobre ella o nos agachamos y acaban cayendo al suelo. Lo mejor para evitar rayadas en las lentes o picadas en los esmaltes es guardarlas cuando no las usemos.
Siempre que puedas guardalas en su funda
Su funda o estuche es el mejor lugar, aunque si las usas muy asiduamente y no quieres estar guardando y sacándolas constantemente también puedes optar por un cordón para colgar.
Y si por el motivo que sea prefieres seguir dejándolas fuera de su estuche, procura dejarlas siempre en el mismo sitio para evitar accidentes y colocarlas con las varillas dobladas y boca arriba para no rayar la lente. Y si, ¡claro! siempre podemos incluir un tratamiento endurecido a la lente para minimizar el riesgo, pero, aun así la eficacia del tratamiento depende del buen uso.
3. Evita movimientos que las deformen
En muchas ocasiones notamos que las gafas nos van más flojas. Ya no tienen el mismo agarre en la cabeza y se nos resbalan sobre la nariz. Eso se debe a que se han aflojado los tornillos de la bisagra o bien el terminal se ha abierto. Es normal que pase con el uso y solucionarlo es muy fácil. En cualquier óptica volverán a ajustarlas para que las lleves cómodamente. No obstante, para que no pase más de lo debido hay 2 gestos que debemos evitar.
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Llevar las gafas en la cabeza. La parte superior de la cabeza es más ancha que nuestra sien por lo que estaremos abriendo y forzando la apertura de las varillas. Además, con el pelo también estamos ensuciando la lente.
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Quitarnos las gafas frontalmente con ambas manos y no tirarlas hacia un lado. Muchas personas utilizan solo 1 mano para quitarse las gafas y tiran de ellas de manera lateral, es decir, fuerzan una de las varillas al abrirse excesivamente para rodear el rostro. Cuando existe esta tendencia es muy fácil de detectar pues normalmente una de las varillas pierde fuerza y si se colocan abiertas boca arriba se cae y cierra o bien ya no tiene sujeción y baila.
Aunque existen multitud de modelos con flexo, un resorte en la bisagra que evita que la gafa se abra y mantenga su posición de ajuste original, es mejor evitar estos movimientos para garantizar la mayor durabilidad a la montura.
4. 0 Huellas
Evita marcas de tus dedos sobre las lentes quitándote las gafas sujetándose por las varillas. Además, si en algún momento se resbalan de la nariz, acomodalas de nuevo en su sitio empujando ligeramente con un dedo sobre el puente. Cuando más te apoyes en la montura para realizar los movimientos y menos en los cristales, mejor limpieza y durabilidad.
5. Lejos del calor y productos abrasivos
Evita dejar tus gafas cerca de una fuente de calor o en el interior del coche a pleno sol pues la dilatación de los materiales podría deformar la montura. Por otro lado, cuando hemos hablado de limpieza, solo hemos mencionado el jabón neutro o productos específicos para la limpieza de gafas como toallitas y spray. Cualquier otro producto puede dañar tus gafas. Y sobre todo no uses limpiacristales pues su composición química puede dañar la lente eliminando la capa de tratamiento que tienen los cristales como el antireflejante, antiestático o endurecido
Ten cuidado también con los productos cosméticos. Aunque puedan parecer inofensivos al ser tratamientos para nuestra piel ciertos productos muy grasos pueden dañar el metal de tu montura. Además, aceites esenciales de carácter cítrico o antiséptico como el limón y árbol del té pueden llegar a estropear el brillo de las gafas de pasta. Por lo tanto, aplícate cualquier tratamiento sin gafas y si son mascarillas no te las pongas durante el tiempo de espera hasta que hayas retirado el producto o bien cubre las varillas con papel de aluminio como hacen en las peluquerías al teñir el pelo.
Estos son nuestros consejos para limpiar tus gafas
Recuerda que estos son algunos trucos de los muchos que hay para cuidar tus gafas de sol graduadas y tus gafas graduadas. Esperamos que te haya gustado este articulo sobre como cuidar y mantener tus gafas para que te duren unsos cuantos años.
